viernes, 28 de septiembre de 2012

COLUMNA EXTRA



El problema de la Reforma Laboral en lo que respecta a la contratación y despido tiene un único problema de acuerdo a la forma en cómo está, que aunque es noble (según él, aunque siendo político no le creo ni creí nunca) por parte del ya moribundo presidente de la República, al final la contratación temporal no promueve el empleo de nuevos profesionistas y capacitación de la fuerza laboral activa, pues es bien sabido por todos que nadie paga por capacitar empleados que quizás al mes o dos meses despedirá. La modificación lo único que permite es contratar por un breve lapso de tiempo al empleado y por ende, permite que el patrón no tenga que pagar una liquidación por antigüedad. El obrero promedio, háblese de un cargador, empleado de maquila, barrendero, etcétera, no necesita capacitarse y se puedes prescindir de sus servicios al minuto siguiente. La máxima patronal sigue siendo la misma, si no te gusta el trabajo y salario, hay muchos más formados que sí quieren aunque sea una miseria de salario.

Sobre los $7 pesos que se pretenden fijar por hora, es por demás decir que lacera aun más la débil economía del trabajador y lo fuerza prácticamente a convertirse en esclavo de su trabajo para apenas sobrevivir. Si por día se pagaban alrededor de $48 pesos equivalentes a 8 horas de trabajo, la realidad no mejorará con $7 por hora, pues aunque las cuentas reflejan en teoría que se ganarán ahora $56 por jornada laboral, se habla de un máximo de $7 por hora, pero no se especifica que ocurrirá con quienes ganan dos o tres salarios mínimos al día. El modelo de la paga de sueldo por hora se tomó de la legislación norteamericana, con la única diferencia que allá se paga la hora en dólares y aquí en pesos y centavos mientras los productos de la canasta básica van al alza continuamente, ni que decir de los combustibles.

Lo que se pinta como una reforma laboral a favor del mexicano termina por beneficiar una vez más al sector empresarial y patronal. No se necesita ser experto en economía para concluir que se negoció muy bien su aprobación disfrazada de mejoras salariales y contractuales para reducir la fuerza de organización de los trabajadores. Se sacrifican los números “macro” que deberá afrontar el ciudadano “mini” para mantener a flote un barco que se está hundiendo.

Seguramente y es lo que se está viendo, los nuevos diputados federales tanto del PRI como del PAN la aprobarán respondiendo a los intereses meramente del partido al que pertenecen y no a los de quienes votaron por ellos, a quienes vendieron la idea de que defenderían a capa y espada su economía, la educación de sus hijos, progreso de las comunidades y municipios donde habitan.

¿A quién le han explicado nuestros flamantes legisladores en qué consiste realmente la nueva reforma? Hasta ahora nadie ha salido a explicar los pros y contras en español, todo se maneja en el lenguaje meramente político al que todos dicen que entienden solo para no quedar como ignorantes sobre el tema que en realidad no comprendemos nada pero sí sabemos cuáles son las consecuencias.

Al final hay que felicitar a quienes recibieron una despensota, billete de $500 o simplemente una playera y se tragaron la idealización de un México mejor, seguramente a ellos y nosotros nos alcanzará el salario de $7 la hora para “vivir mejor” e ir para “adelante” durante los próximos seis años y tiempo extra que se autorice al partido de nuevo en el gobierno.

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