lunes, 19 de marzo de 2018

LAS COSAS QUE NO ENTIENDO


Por: El Huatusqueño

EL BOQUERÓN fue nombrada Joya de Veracruz en la administración de Santiago Chicuellar Aguilar tras una fuerte campaña de promoción que buscaba proyectar a esta belleza natural como atractivo turístico todo el año, pero apenas escucharon sonar dinero, Maximino Zanatta, entonces alcalde de Tepatlaxco, aconsejado por Miguel Sedas, salió a reclamar cual chamaco envidioso, que no, que el Boquerón no merecía adjudicársele a Huatusco, que estaba dentro del municipio de Tepatlaxco, aunque en realidad colinda con esos dos municipios y hasta con Ixhuatlán del Café. Hoy ese atractivo que se intentó rescatar y promover a nivel estatal y nacional está de nuevo abandonado, todo por los caprichos de un chamaco que ni picha, ni cacha ni deja batear. Los que más pierden son los habitantes de la zona, que con recursos propios y ayuda de organizaciones no doblan las manos. Bravo por don Max y su padrino Miguel Sedas, así se hacen las cosas. Por cierto que se comenta que los contratistas salieron huyendo de Huatusco, pues como todo buen comerciante, el flamante diputado federal exigió el pago de $150 mil tan solo para ser integrados al Padrón de Contratistas del Ayuntamiento, donde su papel no debería ser más que de presidente del DIF municipal. Ese dinero claro, es aparte de los diezmos por cada obra ejecutada, que quizás vayan a destinarse a la construcción de su estatua de Juan Diego.
RETROCESO enfrenta la unidad Icatver de Huatusco, donde después de tres meses los encargados del barco (a capitanes no llegan) no han renovado los convenios con los ayuntamientos para darle difusión a los cursos de capacitación que son de gran beneficio para la gente de la zona. Mientras Alfredo Grajales anda ocupado reuniéndose con los sacerdotes y sus primas, tías secretarias o lo que sea, sus subordinados simplemente no saben qué hacer y la que prometía ser una buena etapa para el Icatver de Huatusco más se asemeja a un naufragio provocado por Hugo Ibarra, Pedro Mar Cruz e Inna Andrade, pues de los tres, no se hace uno.
DESINFLADOS siguen los candidatos a presidente de la República que lo mejor que pueden hacer es mantener una lucha parecida más a chismes de lavadero que a un proceso electoral. Por desgracia cualquiera de los tres “punteros” sea Meade, Obrador o Anaya, podría ser el próximo presidente de México. No se augura nada bueno para el país. A la par los pollitos (a gallos no llegan) a gobernador están igual. Un PRI fracturado donde todos quieren hueso pero nadie aporta. Un PAN con el estigma de la herencia padre-hijo y un Morena abanderado por uno de los diputados más faltistas del Congreso de la Unión. Con todo lo anterior y eso que no se profundiza en el tema para no desperdiciar tinta, se augura otro proceso electoral que definirán las dádivas o mejor dicho, serán otras “elecciones del hambre.
SUSPENSO se vive en el distrito federal de Huatusco, donde hasta ahora, no están definidas más que la candidatura del Morena, mientras que el Partido Acción Nacional mantiene reservadas sus cartas para el final. Por ahí se rumoró que Víctor Serralde buscaría la candidatura pero él mismo descartó esa posibilidad apenas horas después de correr ese rumor. En la diputación local, el tricolor prácticamente tenía “palomeado” a Manuel Álvarez, ex alcalde de Coscomatepec, aunque se dice que el problema aun por resolver de los más de 100 predios entregados es uno de los temas que podría afectar su imagen. Aun con el trabajo realizado en el municipio, quienes viven en la cabecera municipal siguen afirmando que no trabajó, que no hizo obras y que no votarán por él. Pero esos son rumores, al igual que el hecho de que Nora Jessica Lagunes Jaúregui no levanta y podría simplemente no quedar en un segundo, sino hasta en un tercer sitio. Por ahora es todo, hasta la próxima.

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