domingo, 10 de marzo de 2013

CÓNCLAVE DE SUSPIRANTES EN HUATUSCO




Por: Miguel Olvera Caballero


Huatusco, Ver.- Sentados a escasos pasos y mirándose de reojo se sientan los suspirantes a la alcaldía de Huatusco por el Partido Revolucionario Institucional. El teatro Solleiro sirve como sede para celebrar un "cónclave" de candidatos improvisado, al final lo que sale no es el humo blanco desead. Dos de los pretendientes a casarse con la presidencia no acuden a la reunión.

En los pasillos los rumores apuntan que Juan Carlos Sirgo Martínez, es el "bendecido" aunque su mirada no es de optimismo. En primera fila se sienta con su acompañante, “Leonchi” Serna y otros prefieren auto cobijarse entre la concurrencia.

El anuncio de que Luis Felipe Illescas Ibarra, director de la UPAV, también buscará la ansiada candidatura, sorprende a los priistas cada vez más divididos en grupos afines a uno u otro aspirante. Hasta el momento son 7 los personajes que piden representar a su partido, incluida de última hora también una mujer.

Isaac González Contreras llega retrasado, pero es el único que recibe en la puerta a Maribel Villafuerte, que rinde su segundo informe de labores. Los rumores de la visita de Gutyco y sus supuestos "apadrinados" confunden a la clase política que se reúne en el teatro, aunque la mayoría va con la única intención de escuchar el informe del Instituto de la Mujer Huatusqueña.

Entre los candidateables se rumora que a Edgar Torres Gutiérrez se le dará un premio de consolación a cambio de “alinearse” pero se quedan con las ganas. Omar Avelizapa Moreno no aparece en escena, mientras Sirgo Martínez prefiere los reflectores, al saludar a cada uno de los asistentes en primera fila, consciente de que por unos segundos, la mirada se centra en él.

Hasta el momento, la supuesta designación de candidato ya definido sigue siendo una mera suposición y realidad que se desvanece al día siguiente. Del “cónclave” no sale hubo blanco, solo los candidatos solitarios, que ya anhelan verse rodeados de gente coreando sus nombres. Todos, menos uno, tendrán que esperar.

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