Por:
El Huatusqueño
TOTAL
DESORGANIZACIÓN es la que se percibe a unos días de haberse iniciado la fiesta
de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, donde, de inicio, el “secuestro
virtual” de los boletos para todas las disciplinas se tradujo en un mensaje
subliminal de los organizadores, encabezados por Gobierno del estado, que
quizás no querían gente dentro de los estadios, para evitar manifestaciones,
rechiflas (como las escuchadas en la inauguración) o inclusive, que gastaran y
maltrataran las carísimas instalaciones. Los primeros encuentros celebrados por
la selecciones de Voleibol en Córdoba dejaron constancia de ello, al efectuarse
en un recinto vacio, mientras afuera, la gente casi peleaba por obtener un boleto
que, cosas de la vida, primero se dijo estaban agotados y ahora resulta que
hasta la señora de los pambazos de la esquina los vende. Otro de los muchos
detallitos radica en que se instaló a elementos de la Secretaría de Seguridad
Pública afuera de los hoteles para darles una cálida bienvenida a las
selecciones, imagínese, llegar a una fiesta deportiva y que como recibimiento,
se encontrara a policías sin rostro fuertemente armados afuera del lugar donde
dormirá “¿así de inseguro es el lugar?” se deben de haber preguntado muchos. En
el colmo de la ignorancia salió a relucir que las reglas de los juegos marcan
que no podían estar policías en las villas, perdón hoteles y se tuvieron que
contratar guardias privados, pero sin armas, así que se tuvo que echar reversa
al mega dispositivo de seguridad armado. Si a eso le sumamos el hecho de que no
se siente el ambiente de fiesta por ninguna parte, podríamos calificar como
reprobados a los encargados de la imagen de los juegos. De los medios de
comunicación ya ni hablamos, porque muchas
de las acreditaciones no llegaron y si lo hicieron fue tarde, así que para
evitarse problemas, muchos comunicadores mejor ni se interesaron en la justa
deportiva. Otro
hecho que habla de la desorganización de los JCC, según refiere la prestigiada
revista Proceso es que el pasado miércoles varios atletas de Panamá fueron a
comer al xalapeño mercado Jáuregui, en fondas cuyos platillos no exceden los 45
pesos, pues los deportistas se quejaban de que la comida simplemente no llegó
al hotel donde están hospedados, sin contar que parte de la selección de
Venezuela dignamente decidió no participar y volvió a su país, al sentirse
ofendidos porque pretendían alojarlos en un hotel de no muy buen ver.
Inclusive, una integrante de la selección de voleibol de México reveló en entrevistas
a media semana que la arena, estadio, bodega o lo que haya pretendido ser,
estaba chica y su familia no pudo adquirir boletos para verla jugar, mientras
que un destacado atleta paraolímpico de Córdoba, lamentó que no se pudiera
percibir la alegría de los Juegos Centroamericanos en las calles. Detalles y
fallas técnicas hay cientos, pero en este espacio solo se comentaron algunas.
En todo evento se está expuesto a errores, detalles técnicos que se corrigen
según la capacidad del que organiza, pero al nivel de unos juegos
internacionales, la cascada de de “detallitos”
es reprobable, así se viven los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014 desde
afuera de la cancha, ni hablar. Por ahora es todo, hasta la próxima.
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