domingo, 7 de agosto de 2016

“EARL”, EL AJUSTE DE CUENTAS DE LA NATURALEZA



Por: Miguel Olvera Caballero

Coscomatepec, Ver.- “Pude haber hecho más”, se culpa uno de los campesinos que en medio de la noche intentó salvar a una familia de Tamazolapa. Con la mirada perdida, Lisandro escucha hablar a los adultos, no asimila aun la pérdida de toda su familia.

En Tetlaxco, durante la madrugada, un taxista queda a un paso de caer al río, tras colapsar el puente. En la zona de Atotonilco, en Calcahualco, surgen de repente cascadas que hasta hace 24 horas no existían. La naturaleza reclama sus territorios.

A su paso por la zona, la tormenta tropical “Earl” deja pérdidas humanas, daños materiales incuantificables. “Pudo haber sido peor de mantenerse como huracán”, refieren rescatistas de Bomberos Municipales de Coscomatepec que cumplen más de 48 horas despiertos.

Los pobladores de Tamazolapa se turnan para orar por sus muertos. Afuera sigue lloviendo y las autoridades se mantienen alertas. En Chocamán, la Policía Municipal supervisa los ríos de respuesta rápida y aunque no hay daños, no baja la guardia.

Al lugar llegan una tras otra camionetas llenas de gente que portan picos, palas, reatas. Vienen de Tetelcingo. De la misma comunidad donde la gente apenas un día antes quemó una patrulla, también hay quienes se solidarizan con el dolor ajeno.

Junto con el alcalde de Coscomatepec, las autoridades vuelven a exhortar a la gente que vive en zona de riesgo a que se reubiquen o hagan uso del albergue al menos. Los pobladores miran desde sus casas de madera construidas a los pies de la montaña.

De nuevo, son las comunidades rurales quienes pagan las facturas que cobra la madre naturaleza. Hoy a la lista de comunidades como Calaquioco, Tecoac, Xilomichi se suma tristemente Tamazolapa.

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