Por: Miguel Olvera
Huatusco, Ver.- Hoy Enrique no lleva pasaje. Hoy Enrique ha gozado de un viaje al centro de Huatusco sin tener que manejar en mucho tiempo. Enrique es despedido por sus familiares después de fallecer en los separos municipales.
Los hijos del taxista difícilmente entienden lo que pasa a su alrededor, imaginan quizás que su padre volverá pronto. Frente a la comandancia los familiares del ruletero claman “¡justicia!”. Su madre pide una explicación “¡cómo me devuelven a mi hijo!”.
En el templo de San Antonio se realiza la misa de despedida al taxista que falleció dentro de los separos municipales el sábado. Sus compañeros que esa misma noche se manifestaban se ausentan y desisten de acompañar al colega a su última morada.
Ya es de día en Huatusco y de la patrulla envuelta en una densa columna de fuego solo queda una mancha frente a la comandancia de la Policía Municipal como en señal de luto por el huatusqueño que se ha ido y que por última vez recorrió el centro de la ciudad ahora si, sin tener que tocar el claxon. Toda la calle exclusiva para el.
El ambiente es tenso en la ciudad pues ahora con la llegada de la Secretaría de Seguridad Pública, los casos de ultrajes serán atendidos en el Mando Único en la ciudad de Córdoba. Algunos tienen miedo tan solo de escuchar que esa corporación regresa como hace seis años a encargarse de la seguridad.
Dan las 11:00 de la mañana y el grupo de dolientes se retira hacia el campo santo de Huatusco, Enrique Peña no tendrá que pagar pasaje. Este viaje corre gratis a cuenta de la muerte.
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