Por:
Miguel Olvera Caballero
Huatusco,
Ver.- Permanece estática, en la cima del cerro en cuyo honor fue nombrado,
Cerrito de Guadalupe. El término de los cimientos, su colocación, curiosamente
coincidirán con el inicio de las campañas políticas, de otra “guerra” como en
el estallido de la independencia.
Pie de foto:
HUATUSCO, Ver.- La próxima semana podría empezar
a armarse y subirse la virgen monumental, empatando
“curiosamente” con el inicio de las campañas políticas.
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Todos
miran hacia arriba, a menos que sea 12 de diciembre, difícilmente acudirán las
multitudes de gente de Huatusco, comunidades y otros municipios. Las grietas
ocasionadas por la lluvia, el difícil traslado y lo frágil del material en que
se hizo, ya son evidentes. Sigue a su suerte, a merced de los elementos.
La
Virgen Monumental sigue en espera, con sus 30 metros seccionados en dos partes,
alcanzar la cima de la montaña, desde donde se domina el centro de la ciudad y
algunas de sus comunidades. A pocos kilómetros de ella, su “devoto” principal
lanza mentadas contra sus adversarios, se convierte en un mártir, buscando
convertirse en un Juan Diego Huatusqueño.
Casi
al finalizar el mes de enero llegó la primera sección a Huatusco, la segunda
días después. Afuera del restaurante Cazadores, fue prácticamente abandonada la
guadalupana mientras “miguelito” se confesaba con el clero de la iglesia católica.
Las
lágrimas, como rasgo particular, de nuevo hicieron que en aquella ocasión, las
autoridades clericales le permitieran subir la escultura. A su paso, las
primeras víctimas fueron los árboles que había en el cerrito. La regiduría
encargada de la comisión del Medio Ambiente no aplicó sanción alguna, ni lo ha
hecho.
La
última semana de mayo arrancarán las campañas políticas en todo el estado, en
Huatusco, varios buscarán las alcaldías y diputación local, incluido
“miguelito” que como en plena guerra de independencia, ahora recorre las
tiendas para obtener un traje del cura Hidalgo, para poder llevar así, como
estandarte a una virgen de Guadalupe con olor a campaña política.
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