domingo, 5 de enero de 2014

ENTREVISTA A UN MARINO ANÓNIMO

Lo que hay detrás del uniforme

Por: Miguel Olvera Caballero

Huatusco, Ver.- Detrás del uniforme se encuentra un hijo, un padre, un hermano. Son elementos de la Secretaría de Marina Armada de México, van armados porque el sicario puede atacarlos en cualquier momento. Sus compañeros son sus hermanos de armas. Él es un marino anónimo, por cuestiones de seguridad.

Con Tinta Negra dialoga con varios elementos de la Semar mientras están en los retenes, en medio de un operativo o recorriendo municipios como Huatusco y Coscomatepec. Lo que inicia como crónica, termina en una entrevista colectiva.

"Uno solo va a disparar cuando tienes el objetivo seguro, no tiene caso desperdiciar balas si ni siquiera vas a darle, pero el arma solo se usa cuando es necesaria", explica el marino, que apenas deja echar un vistazo a la compleja capacitación que reciben, también de su rostro, se aprende a interpretar su estado de ánimo escuchándolo.

“Los conductores a veces son altaneros, agresivos, no todos entienden que lo hacemos por su seguridad”, comenta un marino rodeado por cargadores para su arma de cargo, se coloca el capuchón para que el reportero pueda tomar sus gráficas.

No falta el que avienta su vehículo o se muestra agresivo aun con la imponente presencia de los marinos. Lo que inicia como un "buenas tardes, es una revisión de la Secretaría de Marina, ¿Puede bajar por favor?" no siempre termina con un gracias.

Antes de la entrevista colectiva, se cubre el protocolo normal, “¿para qué diario escribes?; ¿Cómo supiste que estábamos aquí?; ¿Para qué son las fotos?”. En las últimas preguntas, al término de las pláticas, una se repite casi siempre “¿Cómo salí en la foto?”.

EL MARINO, CARA A CARA CON LA MUERTE

Al personal de la Semar se le ve en unidades artilladas, cubiertos del rostro para proteger su identidad y a su vez, proteger a sus familias, fueron lanzados a luchar una guerra contra un enemigo invisible, que puede salir en cualquier momento empuñando una Kaláshnikov, mejor conocida como  cuerno de chivo.

Se encuentran en alerta permanente, siempre expuestos, pero su formación les permite obtener la victoria. “Constantemente estamos en cursos, después de salir a operativo, te dan unos días de descanso con la familia, claro que se les extraña”, comenta el marino.
Empuñan un fusil M16, que se usa desde 1999. Puede usarse en modalidad automático o semi automático. Su alcance es letal en 550 metros, cada tiro se aprovecha al máximo. Es su mejor amigo, su herramienta de trabajo.

Hace cuatro meses perdió dos muchachos en acción que no superaban los 22 años. Su identidad por cuestiones de seguridad, al igual que los demás “entrevistados”, no es revelada, ni se cuestiona sobre ella. “¿Porqué nadie publica lo que los compañeros están viviendo en estos momentos?”, pregunta el entrevistado, la indiferencia persiste en la sociedad.

El marino solo confirma la realidad, hay policías que están “del otro lado”. "Ese chavo se ve que no, pero otros desde la forma en que se paran revelan que no están bien, que algo esconden, se delatan", explica al reportero mientras observa tranquilamente lo que ocurre a su alrededor, debajo del casco táctico y el capuchón se deslizan gotas de sudor. Intercambia unas palabras con el reportero, pero no baja la guardia.

En pleno operativo, uno toma una foto a los reporteros justo cuando es captado a su vez por las cámaras, "¿cuánto por la foto?" se le alcanza a escuchar mientras la unidad en que va, avanza. Una sonrisa se filtra por debajo del pasamontañas.

Los elementos de la Semar son vistos con mayor frecuencia en la zona centro del estado, siendo quienes más choques han protagonizado contra grupos de la delincuencia organizada. Las aprehensiones más importantes, corresponden a la Semar. Es la dependencia federal con mayor confianza entre la ciudadanía.

Aunque la zona centro de Veracruz ha sido escenario de varios combates en las calles, de noche o a plena luz del día, no se compara con el nivel de violencia desatada en el norte del país. Eso no significa que no corran peligro. En cada operación, están cara a cara con la muerte.

LA FAMILIA, EL ETERNO SACRIFICIO

"Aguántame solo unos años más, ya voy a salirme" le dice un elemento de la Semar a su esposa, a quien no ha visto en mucho tiempo y lo espera en algún punto de Veracruz. “Ella se desespera, es lógico, hay veces que estas fuera cuatro, seis meses en operativo, la familia lo resiente”, explica mientras juguetea con su mano en su arma de cargo.

A quien le gusta su trabajo, lo seguirá haciendo y de la mejor manera, porque vale la pena el sacrificio que se hace. La navidad miles de ellos la pasaron fuera, en los cuarteles provisionales, o en operativo.

¿Se portaron bien? Pregunta el marino a los dos pequeños que por curiosidad, se acercan para ver a un soldado no de juguete, sino de carne y hueso. La respuesta es obvia de los niños "sí", ¿Ya le hicieron su carta a los reyes magos?, anota, mientras comenta que con sus hijos, la comunicación regularmente es vía telefónica.

Los infantes vuelven a asentir mientras estrechan emocionados la mano de uno de los miles de integrantes de las fuerzas armadas. En su mente, tiene presentes a dos pequeños que están en casa, su padre está trabajando sirviendo a la patria.

"Contra la voluntad de Dios nada se puede hacer" comenta un marino mientras revela un pequeño pero a la vez, importante episodio de su vida. Hace apenas unos meses murió uno de sus hijos. El silencio se convierte en lo que será lo más parecido a un pésame. Al irse, sigue firme y se despide, los sentimientos se deben guardar, el deber es primero.

“De eso se debería hablar para que la gente conozca y sepa lo que realmente pasamos, nos juzgan sin saber, de eso debería hablarse, no de bodas tontas y telenovelas que a nadie le importan”, remata el marino. Deseo cumplido.


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