sábado, 16 de agosto de 2014

DESPIDEN A TAXISTA HUATUSQUEÑO

Por: Miguel Olvera Caballero


Huatusco, Ver.- El claxon de los taxis suena por las calles de Huatusco en señal de duelo. Al frente, avanza el cortejo fúnebre, que carga el ataúd de Alfonso Solábac Campos. Familiares, amigos y sus colegas, lo acompañan en su viaje a su última morada.

Pie de foto:
Ayer al medio día fue conducido Alfonso Solabac al 
campo santo, al que fue acompañado por familiares, 
amigos y colegas.
A las 9:00 llega al templo de Cristo Rey el cuerpo del ruletero asesinado por sujetos desconocidos entre la noche y madrugada del miércoles. El silencio es el canal de comunicación que une a los presentes.

A las 10:00 en punto, el grupo de dolientes comienza su recorrido sobre la avenida 1, ruta que durante años siguió Alfonso como parte de su trabajo. Su féretro, color azul, lo cargan en hombros a lo largo del camino. Ahora él es el pasajero.

En medio del silencio que se impone en Huatusco, los empleados de las tiendas del centro de la ciudad se asoman a las esquinas a observar. “Ahí viene un muertito” acierta a decir un niño. Cerca del mercado, un bolero y su cliente discuten sobre lo difícil que será capturar a los asesinos.

Decenas de ruleteros se unen a los dolientes y forman una fila que se extiende varias cuadras. En el cofre colocan un moño negro. Al lado del ataúd, la familia del finado mantiene la mirada como extraviada, todavía no dan crédito a lo ocurrido.

Es una marcha lenta que hace recordar a muchos huatusqueños la última vez que viajaron en el taxi 168, que manejaba Solabac Campos, que cerca del medio día, es depositado en la tumba previamente preparada para él.

Por la frecuencia de radio de los taxistas ya no se escucha la voz de Alfonso, solo los comentarios de sus compañeros que con duelo, vuelven al trabajo, a la terminal donde Alfonso ya no se formará.




No hay comentarios:

Publicar un comentario