Los baleados siguen internados en el hospital
Por: Miguel Olvera Caballero
Coscomatepec, Ver.- De manera agresiva, un grupo de
alrededor de 80 pobladores de Tetelcingo se manifestaron primero en Coscomatepec
y después en Huatusco para exigir la liberación del policía auxiliar que fue
detenido por la Policía Ministerial, al involucrarsele en la balacera
registrada el miércoles en esa localidad.
El grupo de quejosos inclusive demandó que se
consigne a los 4 lesionados a balazos, quienes protegieron a un ladrón y que
intentaron machetear al comandante de la Policía Auxiliar, Alfredo Ignacio
Barojas. Los heridos permanecen en el hospital Rural IMSS Solidaridad de
Coscomatepec.
Los manifestantes arribaron a la comandancia de
Coscomatepec alrededor de las 10:50 horas de este jueves y de forma altanera,
demandaron que fuera liberado Roberto Vásquez Bonilla. Los quejosos impidieron
que los medios de comunicación hicieran su trabajo y amenazaron con despojarlos
de sus càmaras.
Aunque muchas personas dieron la razón al policía
auxiliar y comandante, que solo se defendieron de la agresión, reprobaron la
forma en que sus compañeros intentaron hacer justicia por su propia mano.
“Métanlos al titular para menores”, exigió más de
uno de los presentes, quienes llegaron en defensa del policía auxiliar. Las
puertas del Palacio Municipal fueron cerradas por precaución, pues el grupo de
inconformes advirtió que tomarian el edificio o en su caso, le prenderían
fuego.
Minutos después, los campesinos subieron a sus
camionetas y al saber que el caso había sido atraido por el Ministerio Público
de Huatusco, se trasladaron hasta esa localidad para presionar a las
autoridades.
Casi al mismo tiempo, Robero Vásquez Bonilla,
después de rendir su declaración, fue puesto en libertad, siendo encontrado ya
libre por sus compañeros, quienes aun así, decidieron bloquear la avenida 2 de
Huatusco y tomar el Ministerio Público de esa ciudad.
De forma altanera, la comisión que dialogó con
personal de Política Regional y el titular del Ministerio Público, intentó
destruir los expedientes que había en la oficina y ordenó que el comandante de
la Policía Auxiliar fuera deslindado de toda culpa.
Afuera del Ministerio Público, El Sol de Córdoba
constató que varios de los campesinos empezaron a consumir licor, lo que
mantuvo el ambiente tenso hasta que se logró llegar a un acuerdo con ellos.
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