viernes, 22 de enero de 2016

MUEREN SEPULTADOS EN TETELCINGO


Por: Miguel Olvera Caballero

Coscomatepec, Ver.- Sepultados debajo de toneladas de tierra fallecieron dos campesinos de la comunidad de Tetelcingo, al registrarse un derrumbe en el arenal donde trabajaban la mañana de ayer.

Decenas de pobladores apoyados con picos y palas, apoyaron a los grupos de auxilio para intentar liberar a los finados, que fueron llevados hasta sus hogares ya bien entrada la tarde.

Los finados fueron identificados como Marcos Ramírez Barojas, de 18 años de edad, así como Juan Jiménez Ramos, de 30. Otros cuatro trabajadores se salvaron milagrosamente, pues se habían ausentado del lugar.

El derrumbe se registró alrededor del mediodía del jueves. Los dos jóvenes extraían material del banco de arena con apoyo de picos y palas, cuando de manera sorpresiva, el cerro se desgajó.

De acuerdo a los pobladores, Marcos no laboraba en el sitio y solo había acudido al lugar para dialogar con sus conocidos, sin contar que minutos después moriría sepultado bajo toneladas de tierra.

En cuestión de minutos, la gente de la comunidad se trasladó al arenal, mientras el agente municipal, solicitó el apoyo de Protección Civil, trasladándose de inmediato Héctor Noé Vera, así como Juan Moreno Avelizapa, coordinador regional de la dependencia.

Fue hasta cerca de las 14:00 horas, que fue encontrado el cuerpo de Marcos Ramírez, que estaba sepultado. Pasadas las 18:00 horas y después de requerir más maquinas en el lugar, se logró rescatar el cuerpo de Juan Jiménez, a quien las rocas partieron por la mitad.

Al lugar se trasladó el fiscal de distrito Lauro Ramos Olmos, así como el comandante de la Policía Ministerial, Luis Alberto Pérez Alejandro, quienes realizaron una inspección en el lugar.

Los pobladores afirmaron que ignoran quien es el dueño del arenal, aunque algunos argumentaron que es propiedad de la comunidad. Varios familiares de los finados tuvieron que ser atendidos por los paramédicos, al sufrir crisis nerviosas.

Trascendió que otros cuatro trabajadores se salvaron de morir, porque al momento se suscitarse el derrumbe, se habían ausentado para dejar un viaje de arena, no así los dos jóvenes que quedaron sepultados.

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