Por:
El Huatusqueño
PODER
y no la vocación de servicio es lo que estará en juego el próximo año, 212
alcaldías que buscarán más de 1 mil personas en todo el estado. En la zona de
Coscomatepec y Huatusco muchos ya se apuntaron y la lista es larga, es más,
pareciera un Deja Vú, pues solo por hacer una anotación, aparecen Jorge García
Morales y Martín Espinosa Vásquez, que quieren ser alcaldes de nuevo en
Tlacotepec de Mejía; en Coscomatepec, sí, ya lo sabíamos y no es chiste,
Serafín González Saavedra ya anda en campaña abierta buscando la oportunidad
para ocupar la presidencia y así, rendir pleitesía al dios Baco, de quien fue
íntimo amigo durante tres años . En Ixhuatlán del Café Adolfo Rivera Delín
amenaza con volver a la contienda, pero ahora ¿Por el Morena?, se rumora que
ahora sí viene con todo y ya se está aprendiendo el nombre de las calles y
barrios de Ixhuatlán, pues cuando fue alcalde se perdía al recorrer el poblado.
Por cierto que en Huatusco Juan Carlos Sirgo, el junior que contrató
golpeadores para hacerlo ganar cuando buscó la alcaldía, ya anda haciendo
berriche para ver si el PRI le vuelve a regalar la candidatura y si no, afirma
que el Morena lo respalda, porque él es izquierdista, pejista, chevarista, un
luchador social por excelencia, aunque no sepa ni cuál es su mano izquierda. En
Totutla se rumora que Nora Acosta, como buena candidata perdedora, quiere
volver a levantar la mano, al igual que José Beristaín, primogénito del hijo
pródigo de Totutla, Guillermo Beristaín Rincón, quien no se llevó el palacio
municipal cuando fue alcalde, porque no hubo tráiler para transportarlo. Bien
cita una obra literaria que “el poder a los inteligentes los marea, pero a los
pendejos los enloquece”. Tal frase parece ser una maldición que acompaña a
muchos municipios, con algunas excepciones, como fue el caso de Antonio Vargas
Croda en Ixhuatlán del Café, que mereció tal respeto del entonces gobernador,
Fidel Herrera Beltrán, que visitó su municipio para inaugurar obras (Herrera
Beltrán casi rechazaba en automático estar en municipios gobernados por el
azul) o tal es el caso de Alpatláhuac, donde el actual presidente municipal
sigue donando su salario para la ejecución de obras para las que no alcanza el
presupuesto, es decir, desembolsa dinero, no se lo embolsa, como la mayoría. La
otra cara de la moneda la dio a conocer en su momento Atanasio Galindo Galindo,
ex alcalde de Tenampa, que tuvo la puntada de preguntarle a los capacitadores
¡Del Orfis! Donde tenía que pedir el diezmo, algo así como la charola a las
empresas que hicieran obras en su municipio. Tampoco se puede olvidar a Sixto
Rosas, ex presidente municipal de Calcahualco, que dijo que era el alcalde sin
miedo, tan es así, que lo demostró construyéndose varias mansiones y no tuvo
miedo de ser denunciado o que la gente hablara mal de él. De todo lo anterior
regresamos al tema central de la columna de este día, el hacerle ver, querido
lector, que la decisión que tome en el 2017, marcará durante 4 años el destino
de su municipio y que las despensas, láminas, ¿bendiciones y rosarios?, podrían
costarle muy caro. Por ahora el destapadero de alcantarilla terminó, hay muchos
nombres más que irán surgiendo. Por ahora es todo y nos leemos en unos días.
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