Por:
El Huatusqueño
¡SALVE
dios Baco! se escuchó en Tlacotepec de Mejía, donde San Martín Obispo de Tours
quedó en segundo término por estar pasado de moda para las autoridades, que
decidieron mejor tributar a los viejos dioses romanos. El día de la cabalgata, se
dice que la comida no alcanzó para los jinetes, pues el secretario del
Ayuntamiento tuvo la puntada de tomar un tambo de barbacoa para amenizar un
bautizo, se rumora que de la hermana de su novia, con merecida justificación,
había que promover la vendimia en casa ajena. El día del jaripeo, el alcalde,
Gildardo López Melo se cuenta que llegó brindando a salud del dios Baco como
todo buen anfitrión. El día de la coronación también fue una buena excusa para
gritar ¡salve dios Baco!. El día del baile, más de un empleado del Ayuntamiento
honró al dios del vino, al grado que el secretario del Ayuntamiento y el
director de Obras Públicas decidieron improvisar una pelea de box. En resumen,
la feria fue todo un éxito, todos rieron, liberaron su espíritu bajas pasiones.
Pero lo mejor, es que fue a costa del erario público, ¿Qué si la gente del
municipio se divirtió? Eso es lo de menos, mientras quienes laboran en el
Ayuntamiento lo hicieran, lo demás no importa…BLOQUEOS por todos lados se
registran mientras agoniza la administración iniciada por Javier Duarte de
Ochoa y finalizada por Flavino Ríos Alvarado, donde ahora son los propios
súbditos quienes se quejan. Los principales promotores del aplausómetro “¡bravo
gobernador”! por aquí, “¡bravo gobernador!” por allá, son quienes tomaron
oficinas, bloquen carreteras, ponen en evidencia las deficiencias del sistema
que ayudaron por años a construir. En el sector Salud la mala atención siempre
ha sido la constante, pero es hasta ahora que se dice porqué, malas
instalaciones, poco personal. Curiosamente hasta hace menos de un año, esos
problemas supuestamente no existían. Eran médicos y enfermeras quienes incluso
trabajaban de gratis en jornadas de salud en las campañas del PRI para así,
mejorar la imagen del partido. En el sector educativo la cosa no fue muy
distinta aun después de la Reforma Educativa, donde un caso claro del
“aplausómetro” fue Socorro Altamirano Rayón, ex delegada de la SEV, que pasaba
más tiempo brincando y aplaudiendo que trabajando, tan es así que al final los
mismos maestros demandaron su destitución. Cientos, miles de maestros hasta
hace poco se auto acarreaban para asistir a los eventos de Duarte de Ochoa, de
Flavino Ríos, de los líderes del SNTE ¿Qué maestro amante de la política no se
tomó la foto con el ahora prófugo de la justicia?. Los policías estatales no se
quedan atrás, pues durante meses, años, fueron los verdugos encargados de
cumplir los caprichos de Bermudez Zurita, de desaparecer a decenas ¿cientos? De
veracruzanos, realizando tareas de represión hacia quienes se manifestaban,
siendo ellos mismos quienes la semana pasada estuvieron a un paso de ponerse en
ese papel para exigir el pago de sus
salarios. Veracruz de que te espantas, si tu votaste por el gordito simpático
con voz de niña, si tus miles de pobres siguen siendo el “voto duro” que a
cambio de una despensa, un atado de láminas, una sombrilla, amenazan con volver
a ratificar en el poder al mismo partido que tanto daño hizo a la entidad. Por
ahora es todo, hasta la próxima.
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