lunes, 24 de septiembre de 2018

LAS COSAS QUE NO ENTIENDO


Por: El Huatusqueño

NERVIOSO se encuentra el ex diputado Miguel Sedas Castro, que aplicó un programa federal de la Sedatu que consistía en la entrega de láminas a familias de escasos recursos que curiosamente coincidió con el proceso electoral 2018, pues al final, resulta que las cuentas no cuadran y le faltan algo así como más de mil hojas de 3.5 metros. Se sabe que mientras se distribuían un empresario de la zona le prestó las bodegas a Miguelito, que entraba a sacar láminas a cualquier hora del día, incluso de madrugada según las necesidades del ex legislador. A la par un joven vendió láminas en toda la region a $120 pesos a quien se las quisiera comprar usando para su traslado una camioneta de la constructora. También se sabe que Miguel Sedas las ofrecía al módico precio de $10 pesos lo que la gente consideraba una ganga y agradecieron como muchas veces a “miguelito” sin saber que las láminas eran enviadas por el gobierno federal de manera gratuita. Hoy los números no cuadran y las alianzas podrían desmoronarse como techo de vivienda azotada por fuertes vientos. ¡Santos números descuadrados!.
DESORGANIZACIÓN impera en la Feria del Libro de Córdoba donde la presencia de personalidades como el escritor Paco Ignacio Taibo II gozó de la indiferencia de la alcaldesa Lety López y los organizadores, pues se tuvo que presentar en el foro José Marti donde el sonido fue pésimo, el espacio insuficiente y bueno, todo salió bien solo porque el escritor es infinitamente accesible y paciente, pues todo estuvo en contra, basta una primera impresión y en esta ocasión fue muy mala. Mucho se extraña el nivel alcanzado en anteriores ediciones, es más, no se aprecia ningún espacio donde se dé a conocer la cultura cubana (país invitado supuestamente este año a la feria), ningún artesano, ninguna obra de sus escritores y por supuesto, no hay ninguna alusión ni a la figura del Che Guevara ni Fidel Castro. ¿Acaso aplica Lety López otro célebre "comes y te vas"?.
REDES SOCIALES y ahora los famosos grupos de WhatsApp son la moda, todo mundo aprovecha la ocasión para tener sus cinco minutos de fama y difunde desde alertas por robado chicos, hasta balaceras en Coscomatepec y un sinfín de noticias falsas que terminan por generar psicosis, la inmediatez nunca fue tan demandada entre quienes están ansiosos de saber lo que pasa a su alrededor aunque se trate de informes falsos, carentes de veracidad o difundidos no por una, sino segunda, tercera, quinta o hasta sexta fuente de dudosa credibilidad. A este panorama nada alentador se suma el silencio oficial no solo de corporaciones de seguridad sino los ayuntamientos mismos donde información de obras y hasta de personal se niegan a la ciudadania. Al final la fuerza de esos grupos y redes de desinformación depende solo de sus integrantes. Una herramienta tecnológica convertida en un arma de doble fila. Por lo menos hasta ahora nadie ha sido linchado por lo que la mayoría de ocasiones son lo que en el lenguaje común se le llama “chismes”. Por ahora es todo, hasta la próxima.

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