Por: El Huatusqueño
VACIO,
pero ofensivo también fue para todo mundo el llamado “decálogo” propuesto por
el presidente de la República para intentar retomar el rumbo, calmar las cosas,
maquillar los problemas que hay o cualquiera que haya sido su objetivo que
sobra decirlo, no resultó como quería, basta hacer una breve revisión a sus “10
puntos”, para confirmar lo utópico e irreal de dichos planteamientos. La profunda crisis de
credibilidad por la que atraviesa, no sólo Peña Nieto, sino la clase política
nacional, obligaba al mandatario a enviar un mensaje fuerte y directo que nunca
llego. Entre los mandamientos politiqueros destaca una iniciativa para
redefinir y dar claridad al sistema de competencias en materia penal, a fin de
que los diferentes órganos de gobierno, asuman su responsabilidad en ese
ámbito. En español, una ley para darle claridad a otra ley, tiene mucha lógica,
si una ley no es clara, pues no hay que simplificar ni mejorarla, sino aplicar
otra, excelente idea. Otro super anuncio mesiánico es que habrá policías
estatales únicas, desapareciendo las municipales, así como la estatal
veracruzana desaparece a los veracruzanos. Aunque a nivel federal, se supone
que se está profesionalizando y acreditando a las policías municipales,
desaparecerlas, es reconocer que esa acreditación fue pérdida de tiempo. Otro
anuncio es que se fichará a todos los mexicanos, perdón, serán integrados en
una Clave Única de Identidad. Quizás olvidó el ejecutivo que existe la CURP.
Peña Nieto también ofreció “respaldo al Sistema Anticorrupción y la Ley
Reglamentaria de la Reforma Constitucional”, así textual, así que de inicio, se
sobreentiende que no había respaldo entonces a las medidas contra la
corrupción. Y ya por si no era suficiente y el sistema de seguridad se viera
rebasado, como hasta hoy, habrá un número de emergencias, la propuesta es un
911, quizás propuesta más pensada en el subconsciente de pedirle ayuda a los
gringos, que como medio para que los mexicanos pidan ayuda a sus autoridades
hoy severamente desprestigiadas. Ya como remate del llamado a, ahora sí, actuar
ante el difícil panorama nacional, el presidente ha tenido el atrevimiento de
oficializar el grito “Todos Somos Ayotzinapa” y convertirlo en slogan “El grito
de todos somos Ayotzinapa es un llamado a seguir transformando a México”,
quizás faltó agregar: transformando a México en un cementerio clandestino
gigante, por no decirle fosa. Los celestiales anuncios no cesan, pero los
milagros no llegan, mientras la plaga de la hambruna social, pobreza,
inseguridad, muerte, desempleo, siguen cayendo sobre los mexicanos cada vez más
molestos con su presidente…OTRO golpe bajo se le ha dado a la que supuestamente
es la segunda policía mejor equipada del país (nadie dijo capacitada y efectiva,
solo equipada), en Córdoba fue asesinado un joven a escasos metros de la Cruz
Roja de Córdoba, cerca de la Subprocuraduría de Justicia en la zona centro, en
un área que debería destacar por su seguridad, mientras que en Coscomatepec,
con su pasarela de concurso de vehículos y colores, en las narices de la
Secretaría de Seguridad Pública (rebautizada por enésima ocasión como Fuerza
Civil), Policía Federal y Sedena, una joven fue secuestrada, noticia de la que
todo mundo está enterado, menos los cuerpos de seguridad, se puede suponer que
porque la familia, al igual que miles más, en los últimos que confían es en los
policías estatales, bien conocidos por combatir la explotación demográfica. Así
andan las cosas por la zona centro del estado y a nivel nacional a 23 días que
nazca el salvador, a quien quizás sería bueno sugerirle que si viene a México,
se ponga su chaleco antibalas y pida una escolta de ángeles, por si acaso.
Hasta la próxima.
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