Por: Miguel Olvera
Alpatláhuac, Ver. - Son más de 4 kilómetros y medio de diseños a base de aserrín elaboradas por todo un pueblo. El Viernes Santo son la alfombra que se tiende al paso de Jesucristo. Así se vive la Semana Santa en Alpatláhuac.
Leonel Sánchez Reyes forma parte del comité organizador que desde hace 14 años un grupo de pobladores tuvo la inquietud de vivir la Semana Santa de una forma especial, eligiendo la elaboración de alfombras de aserrín y arena pintados de colores.
Este año se colocarán alrededor de 4 kilómetros y medio iniciando en Atiopa hasta llegar a la iglesia de Santa Maria Magdalena de la cabecera municipal. A lo largo del camino se pueden encontrar flores, imágenes religiosas todo hecho con aserrín.
Cada comité recauda dinero para comprar los materiales mientras otros realizan los moldes "unos consiguen arreglos florales o van por el aserrín a Vaqueria, en Calcahualco y otros puntos", señala.
El Jueves Santo en la noche inicia el largo proceso de montaje que se prolonga hasta las 7:00 de la mañana del día siguiente. "El tiempo de elaboración depende sobre todo de la gente que te apoya, ahora vienen de Acolco, de Teacalco y otras comunidades", comenta el entrevistado mientras otro joven continúa dibujando diseños a contra reloj.
Sánchez Reyes explica que se han desarrollado varias técnicas aprendidas de Huamantla, en el estado de Tlaxcala. Todos los años se cambian los diseños y se va mejorando la elaboración de estas obras de arte.
Los jóvenes por desgracia muestran poco interés en mantener y promover esta tradición, "muchas familias siguen esta costumbre pero otros se han convertido sólo en espectadores, ya no participan", agrega.
Pero también el largo camino tiene sus recompensas. Hoy en Calcahualco y en Coscomatepec, la gente adoptó esta tradición como suya. Se han convertido en promotores y maestros.
Alpatláhuac, su gente, sigue demostrando que cuando se quiere se puede. Con esto ha detonado turísticamente a su pueblo. Sigue demostrando su fe a través de la elaboración de alfombras y transforma las calles en un camino multicolor por donde el Viernes Santo pasará el Viacrucis.
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