sábado, 29 de junio de 2013

DEJAN ABANDONADA A VIRGEN DEL CERRITO

“Copian” idea y van por Cristo Redentor

Por: Miguel Olvera Caballero


Huatusco, Ver.- La lluvia sigue haciendo efecto en Huatusco y en la fibra de vidrio. En la cima del Cerro de Guadalupe nada cambia, la descomunal estatua sigue recostada en el atrio de la capilla dedicada a la guadalupana, en espera de ser levantada. Su nicho son unos tambos.

Pie de foto:
HUATUSCO, Ver.- Recostada, mirando al cielo, con las 
manos juntas, la Virgen de Guadalupe pareciera pedir 
al cielo que su promotor la recuerde y cumpla por lo 
menos esa promesa, colocar su imagen en el cerro 
que lleva su nombre.
Admirado por tan inteligente propuesta, ahora Juan Carlos Sirgo Martínez “clonó” la idea con una sola diferencia, se construirá un Cristo Redentor en la cima del Acatepec si llega a la presidencia. En Huatusco ya no se honrara a los héroes de la patria o personajes ilustres de la ciudad, sino a los santos.

Los “rayones” y múltiples fracturas en su estructura son evidentes, al grado que pareciera que los miles de pesos, incluidos los de las limosnas recogidas en las calles, no fueron invertidos en su construcción. A la distancia, desde la carretera, solo se aprecia un bulto y nada más.

La primera sección de la Virgen Monumental de 30 metros de altura llegó a Huatusco los últimos días de enero. Frente al acceso a la colonia Centenario, se colocó la imagen, al confirmarse que ni la parroquia de San Antonio de Padua ni la Diócesis de Córdoba habían sido notificados de tan grande obra de devoción.

Mientras Don Lagrimitas, solicitaba al clero le dejara subirla al cerrito, los elementos hicieron su trabajo, formando en el interior de la estructura un enorme charco de agua. La gente que casi obligada cooperó en los boteos se inquieta.

Las bendiciones aun no le llegan a la morenita, que tuvo que ser trasladada hasta Huatusco por la carretera federal, primero bautizada como una “manda” después como un “proyecto”. Para los huatusqueños ahora es un capricho solamente. Mientras tanto, su “devoto” sigue pidiendo chamba en los municipios de la región.

Inspirado en tan grande visión, otro personaje, Sirgo Martínez, propone levantar en el milenario guardián del Señorío de Cuauhtochco, hoy ciudad de Huatusco, un Cristo Redentor de iguales proporciones: 35 metros de alto, con cafetería, tiendas y mirador incluido.

Su madre, olvidada en el otro cerro, el de Guadalupe, mantiene las manos en actitud orante, mirando al cielo, como pidiendo clemencia para que alguien la recuerde y por lo menos la repare. En el silencio de la cima, de paso, pareciera orar para que una estatua de su hijo no corra la misma suerte que ella.

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