lunes, 12 de agosto de 2019

LOS ESCUADRONES DE LA MUERTE DE LA SSP

Por: Miguel Olvera

Huatusco, Ver. - En la escuela Bachilleres de Huatusco donde estudian cientos de jóvenes al menos una veintena de ellos perdió la vida. "Rogelio" fue un afortunado que sobrevivió a las torturas de los escuadrones de la muerte de la Secretaría de Seguridad Pública.

Su nombre clave es "Rogelio" por motivos de seguridad y fue inquilino de la escuela que entre julio y agosto del 2013 se convirtió en cuartel de la corporación de seguridad con helicoptero incluido. 

En manos de la Secretaría de Seguridad Pública "la vida no depende de Dios sino de ellos y lo que uno les diga" comenta con tranquilidad aunque reconoce que le tiene terror a los policías estatales.

El fue detenido durante la "limpia" después que integrantes del crimen organizado atacaron a un grupo móvil de la SSP. Durante varios días los estatales literalmente "levantaron" a más de 20 personas. La mayoría nunca fue vuelta a ver. 

"Nos desnudaban y torturaban en los baños y ponían música para que no se escucharan los gritos, decían que nos iban a aventar al mar y nadie nos iba a encontrar", comenta con la conciencia de quien estuvo a un paso de correr esa suerte.

Cada hora durante tres días con una puntualidad marcial fue torturado con choques eléctricos, ahogado con una bolsa de plástico o en un cubo de agua. También estaban los tablazos, método de castigo aplicado por el crimen organizado que adoptó la Policía.

Durante tres días familiares y amigos lo buscaron. Ahí estaba, en la colonia Centenario tirado en el suelo de un salón, ensangrentado, siendo sometido a tortura para confesar algo que no hizo. 

"Me decían, échate la culpa y te vas, pero como no tenía nada que decir venían más golpes". El rostro siempre cubierto, las manos esposadas. 

A "Rogelio" lo salvaron tres factores, la presión social y el hecho de no tener relación alguna con el crimen organizado. "Tenían muchos celulares y me dijeron que iban a marcar y si el mio sonaba me mataban". Y marcaron... Solo hubo silencio en el Blackberry 9900.

Apenas en junio la Comisión Estatal de Derechos Humanos ordenó a la Secretaría de Seguridad Pública que ofreciera una disculpa pública y que indemnizara a familiares de cuatro de los jóvenes desaparecidos y que se confirmó que fueron detenidos por policías estatales, siendo esa la última vez en que fueron vistos. 

El último día de su cautiverio "Rogelio" escuchó descender el helicoptero, que se llevó a la mayoría de las personas que se encontraban ahí. Su destino quizás nunca se sabrá. 

El fue abandonado en Coxolo no sin antes recibir su despedida, la última golpiza antes de escapar de las manos de la Policía Estatal.

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